¡Defiende tu frontera!

La Frontera Sur está amenazada. Es un campo permanente de presión, extorsión y batalla contra nuestro país. Porque algunos han decidido atacarla, y otros han decidido rendirla.

Las fronteras son las puertas de nuestra nación, de nuestras costumbres, de nuestra casa. Son los muros que nos protegen, son la valla que permite que podamos ser buenos vecinos, relacionarnos con respeto, negociar con inteligencia y defender nuestros intereses legítimos.

Las fronteras seguras mantienen nuestros barrios seguros. Y los que las abren para empobrecernos y transformar nuestros barrios más modestos en suburbios peligrosos viven muy bien en mansiones con muros altos y seguridad privada. Las oligarquías a las que nadie ha elegido y los grandes poderes económicos siempre quieren para los demás lo que no aceptan para sí mismos.

Las fronteras abiertas son una trampa para los que salen de sus países engañados por mafias patrocinadas por oenegés, bancos mundiales, fundaciones internacionales con oscuros interesas y gobiernos progres. Les arrancan de sus patrias, de sus familias, de sus culturas, en nombre de una supuesta vida mejor que no es más que la nueva esclavitud y la precariedad lejos de sus orígenes.

Abrir las fronteras también es una amenaza para todos los españoles. Las sociedades multiculturales y diversas que nos imponen los poderosos no son pacíficas, son problemáticas, se imponen unas a otras y generan conflictos y guettos. La integración de algunas culturas contrarias a las muestras es imposible. Y es mentira que los españoles tengamos que aceptar costumbres de otros absolutamente incompatibles con las nuestras como la mutilación genital femenina, los matrimonios forzosos, las violaciones en manada, los machetazos o la lapidación. Es más, tenemos la obligación de combatirlas.

Nosotros no estamos dispuestos a ver cómo destruyen nuestra identidad, nuestra prosperidad y nuestro futuro. No vamos a aceptar que nadie ponga en juego nuestra soberanía, destruya nuestras raíces y remueva los cimientos del orden y la civilización. Estaremos en pie, en cada uno de los puntos más amenazados de nuestra Frontera Sur para decir que aunque ellos claudiquen, nosotros resistimos.

Aunque seamos los últimos.